La silvicultura urbana y el manejo individual del árbol, perteneciente al bosque urbano, se está abordando con mayor profesionalismo, tanto desde el sector público como privado. Sin embargo, aún existen brechas que no han sido adecuadamente incorporadas, siendo una de ellas la determinación de su valor.
Así, a partir de una variable monetaria inicial, es posible -bajo un esquema paramétrico multiplicativo- llegar a determinar un valor plausible, que permita compensar su pérdida o daño, favoreciendo así una mejor gestión municipal del bosque urbano.
Su aplicación en municipios, en base a una ordenanza, es aplicable considerando la pérdida producto de vandalismos, accidentes o a cambios urbanísticos que conlleva el retiro de árboles, como también en procesos de expropiación o de tasación de bienes inmuebles.