En respuesta a la crisis económica y sanitaria producto del Coronavirus 2019, el gobierno del Reino Unido invertirá 23 millones de libras esterlinas en la ciudad de Manchester para construir un nuevo Parque público en el centro de la ciudad.
El Mayfield Park, de 2,6 hectáreas, estará emplazado cercano al Río Medlock, en un espacio olvidado de la ciudad que ha permanecido abandonado por más de 30 años, y que a través de este proyecto se busca satisfacer a los ciudadanos de Manchester que han lamentado durante largo tiempo la falta de espacios verdes en el centro de la ciudad.
En efecto, el último parque público construido en Manchester fue el Wythenshawe Park, en 1926, por lo que el Mayfield Park se convertirá en el primer parque público en casi 100 años.
Si bien el proyecto es financiado con fondos públicos provenientes del gobierno para generar empleo y reactivar la economía por la pandemia, la iniciativa de emplazar un nuevo parque en medio de la ciudad sólo fue posible gracias a una asociación publico-privada para desarrollar un proyecto de regeneración urbana mayor, convirtiendo un antiguo barrio industrial del 1700 en un moderno centro de innovación.
El masterplan considera alrededor de 1.500 unidades de vivienda, 155.000 metros cuadrados de espacio para oficinas, un hotel de 650 habitaciones, espacios comerciales y de ocio, además de una red de nuevos puentes sobre el Río Medlock, pasarelas fluviales, un edificio de oficinas y otro de estacionamientos. Todo ello se busca concretar entre 2020 y 2035, partiendo con esta primera etapa que incluye la construcción del nuevo parque.
[ngg src=”galleries” ids=”5″ sortorder=”13,14,15″ display=”basic_slideshow”]Según los términos de esta asociación público-privada, el Ayuntamiento de Manchester acordó proporcionar activos de tierra a la asociación, a cambio de una parte de las ganancias futuras.
Más parques públicos después de la pandemia
No es casualidad que se haya dado puntapié al proyecto en medio de la mayor crisis sanitaria mundial del último tiempo, dado que la pandemia ha puesto en evidencia la falta de espacios verdes en gran parte de las ciudades del mundo, mientras que algunas autoridades ya han comenzado a comprender y a reconocer que este tipo de espacios y la naturaleza en general proporciona beneficios directos en la salud pública.
En ese sentido, la ciudadanía está exigiendo un cambio en las formas uso de los espacios públicos, demandando prioridad hacia los peatones, al uso de la bicicleta, y en asignar mayores recursos a la conservación de los parques y espacios verdes existentes, los cuales se habían venido recortando en los últimos 4 años en todo Gran Bretaña, interpretándose este hecho como una falta de preocupación desde el gobierno por el cuidado de las áreas verdes públicas.
En ese país, y a raíz de las medidas de confinamiento decretadas por las autoridades de salud, se ha producido un aumento masivo en el uso de espacios verdes públicos, y la ciudadanía ha tomado mayor conciencia en las temáticas ambientales urbanas y en que más espacios de este tipo permite adoptar un estilo de vida más sano, reducir el riesgo de padecer enfermedades, y contar con una mejor salud mental, razón por la cual el gobierno ha respondido inyectando recursos a Manchester para dar inicio a este proyecto.