En 2021, España inició un movimiento para eliminar las represas de los ríos, con el fin de restablecer las rutas de migración de los peces y aumentar la biodiversidad en todo el país. Consiguieron derribar con éxito 108 barreras e inspiraron a otros países europeos a hacer lo mismo.
“Nuestros esfuerzos por ampliar la eliminación de represas en toda Europa están cobrando velocidad”, dijo Pao Fernández Garrido, directora de proyectos de la World Fish Migration Foundation, quien también participó en la elaboración del informe anual de “Dam Removal Europa” (Remoción de represas en Europa).
Dam Removal Europe es una coalición de siete organizaciones que priorizan la restauración de ríos saludables y de flujo libre en toda Europa.
“Un número cada vez mayor de gobiernos, ONG, empresas y comunidades están comprendiendo la importancia de detener y revertir la pérdida de la naturaleza, aceptando el hecho de que la eliminación de represas es una herramienta de restauración de ríos que impulsa la biodiversidad y mejora la resiliencia al Cambio Climático. También estamos viendo las lecciones aprendidas de eliminación de represas anteriores, nuevos países que inician remociones y nuevos financiamientos, incluido el crowdfunding”, agrega Fernández Garrido.
Al menos 239 barreras en 17 países europeos terminaron siendo eliminadas. En la actualidad, hay más de un millón de barreras en los ríos de Europa, y un buen número de ellas fueron construidas hace más de un siglo, y al menos 150.000 están obsoletas y no tienen ningún propósito económico. En cambio, solo ofrecen obstáculos que impiden a los peces completar sus rutas de migración, lo que resulta en una pérdida de áreas de reproducción y, en última instancia, en la reducción del número de especies como el salmón, el esturión, la trucha y la anguila.
Estas pérdidas se traducen en una mayor biodiversidad de los ecosistemas y afectan a otras especies como las águilas y las nutrias.
La Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE se anunció el 22 de junio, priorizando la eliminación de presas y la restauración de la conectividad natural de los ríos y las funciones de las llanuras aluviales. Foto: Dam Removal
“Eliminar represas es una necesidad real”, afirma Fernández Garrido. “Tenemos cientos de miles de barreras abandonadas, lo que supone un problema de seguridad. Las represas afectan la calidad del agua y los niveles de las aguas subterráneas, provocan la erosión costera de los cauces y de la costa y la desaparición de las playas, generan emisiones de gases de efecto invernadero y provocan la disminución e incluso la extinción de las poblaciones de peces migratorios, con un descenso del 93 % de los peces migratorios en Europa en los últimos 50 años”.
Por supuesto, algunas represas y barreras siguen cumpliendo funciones importantes, por lo que permanecerán intactas. Sin embargo, “si una represa ya no es estrictamente necesaria, no debemos pasar la carga a las generaciones futuras”, continúa Fernández Garrido.
Fernández Garrido confía en que en 2022 se superen las eliminaciones de represas del año anterior, ya que “se están creando ayudas financieras para cubrir los gastos de remoción, como el nuevo Programa Ríos Abiertos (Open Rivers Programme), que invertirá 42,5 millones de euros en los próximos seis años para ayudar a eliminar las barreras fluviales en toda Europa”.
Fuente:
- Optimistdaily.com. Traducida al español por Ciudades Verdes
- Foto: Original de Alejandro Targov