Es muy probable que en alguna ocasión hayas leído sobre biopori hole, como una solución sustentable para el riego de plantas o árboles. Sin embargo, de lo que muy poco sabemos aún en occidente, es que los los agujeros de bioporos se tratan de una super tecnología de gestión urbana de aguas pluviales, y cuya aplicación en Latinoamérica es prácticamente desconocida.
¿Por qué sabemos tan poco sobre esta tecnología, en circunstancias que se hace cada vez más urgente afrontar los desafíos de las inundaciones urbanas? Acá te lo contamos todo.
Qué son los agujeros de bioporos
En el mundo, los Sistemas de Drenaje Urbano Sustentables (SuDS) están ganando espacio como soluciones de bajo impacto ecológico para la gestión de las aguas pluviales. Tanto sistemas como terminologías sobre éstos abundan en la literatura técnico/científica (BMPs, WSUD, SCMs, LID, LIUDD y más), aunque hay una solución tecnológica prácticamente ignorada en el mundo occidental: el Sistema LRB.
El LRB (sigla en indonesio de Lubang Resapan Biopori), en español agujero de infiltración de bioporos, o simplemente “agujero de bioporos”, consiste en excavar un hoyo en el suelo, de aproximadamente 0.5 a 1 metro de profundidad por un diámetro de sólo 10 centímetros, para luego ser rellenado con residuos orgánicos, y a través de él hacer que el agua lluvia se absorba rápidamente.
Esquema simple del sistema LRB (Lubang Resapan Biopori), en español agujero de infiltración de bioporos.
Esta sencilla tecnología, localizada en nuestras ciudades por miles o millones de unidades, se convierte en una técnica tan simple y de tan bajo costo que considerarla en occidente como una solución efectiva a los graves problemas de inundación urbana podría creerse una locura. Pero aunque cueste creerlo, ¡funciona!
La historia en torno a los agujeros de bioporos
La idea de hacer agujeros de bioporos nace en Bogor, una ciudad de Indonesia con más de 1 millón de habitantes. Al igual que en el resto del país, Bogor posee un clima tropical en que llueve demasiado y por prácticamente todo el año, aunque acá las precipitaciones promedio rondan entre 3.000 a 4.500 mm anuales. Por tanto, las inundaciones son un problema grave.
Pero las inundaciones urbanas en Indonesia son sólo una cara de la moneda, ya que además deben lidiar con la sobreexplotación de las aguas subterráneas. En efecto, el exjefe de la Agencia de Geología del Ministerio de Energía y Recursos Minerales, R. Sukhyar, señala que el límite máximo en Yakarta para la explotación de aguas subterráneas debe ser hasta un 20%, mientras que hoy se drena en un 40%, llegando a niveles críticos.
Esta particular realidad motivó a un investigador local a plantear en el año 2007 a las autoridades de su ciudad una idea tan simple como genial: hacer muchos agujeros por todas partes para reducir las inundaciones en la estación lluviosa, y al mismo tiempo almacenar agua subterránea para la estación seca.
Su inventor fue el Dr. Kamir Raziudin Brata (puedes seguirlo en twitter), profesor del Departamento de Ecología del Suelo y Recursos de la Tierra de la Universidad Agrícola de Bogor.
Como suele ocurrir en muchas ocasiones, las autoridades poco consideran las ideas de los profesionales locales, aunque en este caso fue lo contrario. El gobernador de la ciudad de Bogor acogió la iniciativa y ese año se realizaron cerca de 22 mil agujeros de bioporos. Luego, a la iniciativa se fue incorporando la comunidad, las organizaciones, universidades, y más tarde en las escuelas se enseñaba a los niños a hacer bioporos. Poco tiempo después, ¡otras ciudades ya se habían sumado!
Al principio, esta tecnología fue mirada en menos por ser una cosa muy sencilla, a diferencia de las grandes y costosas infraestructuras diseñadas por especializadas oficinas de ingenieros. De hecho, pocos creían sobre su efectividad y las personas hasta se rehusaban a comprar una económica herramienta para hacer agujeros de bioporos en sus casas. Pero las precipitaciones en los años siguientes se encargaron de demostrar que las inundaciones habían disminuido gracias al aumento de la capacidad de infiltración de la ciudad con la presencia de agujeros de bioporos.
Fue entonces cuando las autoridades vecinas comenzaron a adoptar esta solución, al ver que sus ciudades estaban siendo azotadas por las inundaciones. El invento llegó a oídos del Gobernador Provincial de DKI Yakarta, capital de ese país, quien recomendó a los residentes de la ciudad a construir agujeros de bioporos en sus propiedades para prevenir posibles desastres debido a las inundaciones. A ese entonces, el LRB se había transformado en una práctica popular en toda Indonesia.
La construcción de agujeros de bioporos se transformó en una práctica popular en Indonesia, para prevenir los desastres de inundación. Fuente: infobdg.com
Tiempo después, en el año 2014, en la ciudad de Bogor donde se planteó por primera vez esta tecnología, las autoridades adquirieron con un presupuesto de solo 13 mil dólares una máquina perforadora para hacer agujeros de infiltración de bioporos. Ese año alcanzaron a realizar cerca de 250 mil agujeros por toda la ciudad. Era el mayor número realizado hasta ese entonces, pero la cifra era muy lejana al millón de unidades que las autoridades se habían propuesto.
Sin embargo, un año después, y gracias a la participación masiva de toda la comunidad de Bogor, su Alcalde Bima Arya Sugiarto lanzó una campaña para hacer nada menos que cinco millones de agujeros de bioporos por toda la ciudad.
En otras ciudades, como Yakarta, la Red del Pacto Mundial de Indonesia (IGCN) lanzó ese mismo año un movimiento para construir un millón de agujeros de bioporos, con el objetivo de aumentar la recarga de aguas subterráneas en unos 700 millones de litros. En Malang, las autoridades también llamaron a la comunidad a construir igual cantidad de LRB para evitar las inundaciones.
El profesor Kamir, creador de esta tecnología, plantea que los orificios de infiltración de bioporos están hechos con herramientas simples, por lo que no hay necesidad de contar con grandes sumas de dinero ni tecnología difícil para preservar el medio ambiente. Sólo se necesita que la comunidad se involucre.
Explicando la tecnología LRB
La simpleza de esta tecnología tiene sus razones. El agujero cilíndrico en la superficie del suelo debe ser deliberadamente pequeño para optimizar la sección transversal vertical del suelo. El diámetro propuesto es de sólo 10 centímetros, ya que a menos diámetro la sección vertical es mayor, aumentando el potencial de infiltrar agua en el suelo. Mientras que la profundidad es de un metro, ya que más profundo se hace difícil que sobreviva la microfauna del suelo, debido a la falta de oxígeno en el suelo. Tampoco debe ser más profundo para no sobrepasar la profundidad del nivel freático.
A diferencia de los pozos de infiltración, las dimensiones de los agujeros de bioporos permiten la infiltración y al mismo tiempo enriquecer el suelo con nutrientes.
Con respecto a la capacidad de infiltración, según las fuentes consultadas, cada agujero de bioporos puede llegar a absorber hasta 3 litros de agua por minuto, o 180 litros por hora. Por su parte, un estudio realizado en el año 2019, comprobó que en un sitio de la ciudad de Banda Aceh, Indonesia, utilizando orificios de bioporos, las tasas de infiltración en un suelo desnudo arenoso aumentaban de 0,07 a 8 mm/min. Mientras que en un suelo arcilloso, de 0,025 a 1 mm/min.
El relleno con residuos orgánicos en el agujero atrae inmediatamente a hormigas, gusanos, insectos y raíces de plantas y árboles cercanos que se encargan de compostar estos desechos. Son precisamente esas circulaciones de la fauna del suelo y de microbios benéficos las que van creando pequeñas cavidades en el suelo llamadas “bioporos”, que se convierten en canales para que el agua se filtre más rápidamente en el suelo, además de mejorar su estructura y aireación.
Es esta la razón a la que debe su nombre: “un agujero que promueve pequeños bio-agujeros”.
Por otra parte, los desechos orgánicos depositados en el agujero de bioporos se convierten en abono después de aproximadamente 3 meses, aunque este proceso podría acelerarse a 3-4 semanas agregando una solución efectiva de microorganismos (EM).
Mientras que el perforador de agujeros de bioporos es una herramienta tan simple como el agujero mismo. Consiste en un tubo de acero de 3/4 de pulgada. En el extremo inferior, se dispone de una broca rectificada con un ancho acorde al diámetro del orificio deseado. Y en la parte superior, el tubo se une a otro de forma transversal que sirve para manipular la herramienta.
“Debido a que es demasiado simple, es posible que la gente no crea que sea útil”, señala Kamir, quien en realidad trató de hacer que la herramienta fuera lo más simple posible para que cualquier soldador pudiese fabricarla y cualquier persona pueda usarla, inclusive un niño.
Cómo construir un agujero de bioporos en casa
Niños, jóvenes y adultos se han involucrado en construir a la fecha millones de agujeros de bioporos en Indonesia. Foto: KKN Universitas Disponegoro
La forma de construir la tecnología LRB es muy sencilla y se puede hacer en cualquier lugar:
- Primero, ayudado por la herramienta, se debe hacer un agujero cilíndrico en el suelo con un diámetro de 10 cm y una profundidad de 100 cm (puede ser entre 50 a 100 cm), sin exceder la profundidad del agua subterránea. Se vierte agua hasta que el suelo se vuelva suave y fácil de perforar.
- El agujero puede quedar dispuesto de forma natural. En este caso, en la boca del hoyo se debe disponer de un trozo de tubo de PVC de 110 mm de diámetro, de unos 10 a 15 cm de largo, al que luego se le pondrá una tapa. Otra forma es poner un tubo perforado de PVC, de 110 mm de diámetro por 1 metro de largo.
- La boca del agujero puede ser reforzada con mortero de cemento de 2 cm de espesor y 2 a 3 cm de ancho alrededor del hoyo, para que la boca del LRB no se colapse.
- A la boca, se le debe adicionar una tapa agujereada para que entre el agua, o puede ser una tapa con malla de alambres, para que el hoyo no se convierta en un nido de animales.
- El agujero debe ser rellenado con desechos orgánicos, pudiendo ser hojas secas o residuos orgánicos producidos en casa. Éstos permanecerán allí entre dos a cuatro meses, los que luego serán retirados convertidos en abono.
- Es importante mantener siempre lleno el agujero con materia orgánica, ya que con el paso de las semanas éstos se van reduciendo en contenido debido al proceso de meteorización.
En Indonesia, las autoridades disponen de dípticos explicativos a la comunidad, así como también se enseña y promueve a través de sitios web como Yakarta Smart City, para que cualquier persona pueda construir la tecnología LRB sin complicaciones. Gran parte de las indicaciones antes descritas fueron extraídas desde el sitio web www.biopori.com.
Dónde construir los aguajeros de bioporos
Los agujeros de infiltración de bioporos (LBR) se puede realizar tanto en extensos paños de terrenos como en áreas estrechas, dado que el diámetro del agujero es de apenas 10 centímetros. Por lo general, éstos son construidos en los antejardines y en los patios de las propiedades particulares, mientras que en los espacios públicos éstos se disponen en las áreas verdes, en sus zonas destinadas a coberturas vegetales, como las zonas de césped o plantas. Incluso puede realizarse en cursos de aguas, canales existentes o en lugares que están extremadamente pavimentados, aunque eso ya requiere de máquinas de mayor costo que corten hormigón.
Antes de construir un agujero de bioporos, se deben identificar los puntos más bajos del terreno natural en el sitio, para aprovechar que las aguas lluvias escurran hacia esos lugares, sin necesidad de generar conducciones de las aguas. Importante también es procurar estar lejos de fosas sépticas, de sitios de acumulación de basura y a no menos de un metro de las fundaciones de una edificación.
Desde la Universidad de Bogor, se plantea la siguiente fórmula para determinar el número de agujeros óptimo: N = (mm/hr agua x m2 disponible): 180. Es decir, para una zona con intensidad de lluvias de 50 mm/hora, en un terreno de 100 m2 se necesitan 28 agujeros de bioporos, logrando una tasa de infiltración de 33 litros/minuto. Para zonas extensas, se recomienda construir agujeros de bioporos a una distancia variable entre sí de 50-100 cm.
Otros beneficios
Gracias al contacto de los residuos orgánicos con la biodiversidad de los organismos del suelo y las raíces de las plantas o árboles, éstos se compostarán en el agujero, fertilizando y enriqueciendo la tierra. Por lo tanto, los árboles y plantas cercanas a los agujeros se verán muy beneficiados. A los tres meses de introducidos los residuos, éstos podrán ser retirados y utilizados como abono vegetal, para nuevamente volver a acumular desechos orgánicos en él, transformando el agujero de bioporos en una pequeña fábrica de compost.
Los resultados del compost no solo se pueden utilizar para fertilizar la tierra en el patio de la casa, sino que también se pueden comercializar para que contribuya a los ingresos familiares. Si los agujeros del bioporos se hacen con una profundidad de 100 cm con un diámetro de 10 cm, cada agujero puede albergar 7,8 litros de residuos orgánicos, y se puede llenar con residuos orgánicos de cocina durante 2 a 3 días.
Por otra parte, ante la idea que los agujeros de bioporos puedan causar mal olor o contaminación de las aguas, el Dr. Kamir explica que ello no es así, debido a que la cantidad de residuos orgánicos es pequeña al igual que el agua entrante, por lo que no habrá charcos. Por tanto, el agua se filtrará en el suelo y facilitará que el proceso de descomposición de los desechos sea relativamente rápido. Y a diferencia de los pozos de infiltración, Kasmir señala que en éstos es común que haya mal olor debido al alto volumen de agua que se estanca, pero en los agujeros de bioporos esto no ocurre.
Otra ventaja de los agujeros de bioporos es que enriquece el contenido de las aguas lluvia. Si la fuente de agua es solo agua de lluvia, significa que sólo contiene H2O. Sin embargo, después de ser absorbida por el suelo a través de bioporos que contienen lodo y bacterias, el agua se disolverá y luego contendrá los minerales necesarios para la vida.
Al mismo tiempo, los agujeros de bioporos puede servir en temporada de pocas lluvias para el riego de los árboles, ayudando a profundizar sus raíces, que por lo general en ciudades con terrenos tan compactados o cubiertos de superficies impermeables, éstas buscan la superficie en busca de agua, destruyendo los pavimentos. Por lo tanto, construir bioporos cerca del arbolado urbano genera un tercer beneficio, de aumentar la vida útil de los pavimentos.
Qué ha pasado hasta hoy
Harta agua ha pasado bajo el puente de Indonesia, y mientras tanto en occidente, muchos Gobiernos continúan centrándose en construir tecnología costosa, abriéndose muy tímidamente a incorporar soluciones más sostenibles y de bajo impacto ecológico en las políticas públicas para prevenir los desastres de inundación. Al otro lado del mundo, el Dr. Kamir señala que “Se ha demostrado que LRB es capaz de reducir las inundaciones”, motivo más que suficiente para que los organismos públicos hayan abrazado y promovido esta idea.
En la actualidad, el gobierno de Indonesia promueve el desarrollo de esta tecnología, y muchas personas se han sumado a implementar agujeros de bioporos debido a su confiabilidad. También se han unido empresas para colaborar económicamente en la implementación de agujeros de bioporos en aldeas locales de Indonesia, así como también las Universidades, que realizan actividades de ejecución en terreno, mientras en paralelo han seguido estudiando y desarrollando técnicas para mejorar su rendimiento y construcción.
A diferencia de los primeros agujeros de bioporos, la masividad de su construcción en Indonesia ha permitido mejorar sus características técnicas, manteniendo su sencillez. Foto: KKN Universitas Disponegoro
El impacto y los alcances de esta tecnología son realmente impresionantes. Quizás, en occidente -o más precisamente en Latinoamérica- deberíamos comenzar a mirar más en serio este invento creado en la ciudad de Bogor, como una solución probada y muy accesible para hacer frente a las inundaciones urbanas.
Escrito por:
- Leonardo Lira Astudillo
Fuentes:
- Biopori.com
- Resapanbiopori.blogspot.com
- Gobierno de la Regencia de Buleleng
- Servicio Ambiental de la Ciudad de Semarang
- Liputan6.com
- Anggitane.wordpress.com
- Depokbebassampah.wordpress.com
- Universidad Disponegoro KKN
- Universidad Telkom
- Ciencias Ambientales para el Cambio Social, ESSC
- Yulia & Nurza, E. (2019). El estudio de la tasa de infiltración del área mediante el uso de agujeros Biopori como un esfuerzo para reducir el nivel del agua y la conservación del agua subterránea