En la última década, numerosos estudios científicos han demostrado los amplios beneficios que producen los árboles dentro de las ciudades, motivo por el cual diferentes comunidades del mundo se encuentran desarrollando verdaderas “revoluciones verdes”, impulsando la plantación planificada de árboles públicos acompañada de una correcta gestión.
Es por ello que a estos gigantes verdes ya no se integran tan solo al diseño de plazas y parques, sino que además en paseos costeros y fluviales, al interior de establecimientos educacionales y de salud, en frontis de zonas industriales, entornos de autopistas y carreteras, entre otros, con el fin de aprovechar al máximo sus beneficios.
En el actual escenario de emergencia climática, los árboles se presentan como una valiosa contribución en las ciudades, ya que es allí en donde se originan gran parte de las emisiones contaminantes causantes del calentamiento global.
Algunos de los aportes de los árboles urbanos a la sostenibilidad de las ciudades y a la mitigación de los efectos del Cambio Climático, los exponemos a continuación:
1. Aporte de Oxígeno
Los árboles urbanos, gracias a su capacidad de realizar fotosíntesis, absorben a través de los poros de sus hojas el gas carbónico del aire producido por la combustión (vehículos, calefacción, procesos industriales, etc.), y botan como desecho nada menos que Oxígeno respirable, vital para contar con una mejorar calidad del aire en ambientes urbanos.
2. Purificación del aire
Los árboles son capaces de retener diversos contaminantes atmosféricos, más aún aquellas especies con hojas compuestas, estriadas o vellosas, logrando una reducción general de la contaminación del aire dentro de las ciudades (Nowak, et al. , 2006) y generando así ambientes más saludables y beneficiosos para las personas.
Sin embargo, no todos los árboles poseen la misma capacidad de capturar partículas. Por ello, es importante analizar para cada zona climática qué árboles son los más adecuados de plantar en cada ciudad, y en qué áreas urbanas específicas, dependiendo del nivel de contaminación y la resistencia de cada especie.
3. Regulación del microclima
Gracias a sus copas, los árboles urbanos aportan significativamente en la regulación microclimática, un servicio ecosistémico relevante en el contexto actual donde las urbes pueden contribuir a la mitigación y adaptación al cambio climático.
Además de aportar sombra a la superficie, a través de sus hojas absorben y reflejan la radiación solar hasta un 50% y 40%, respectivamente, moderando las altas temperaturas durante la temporada cálida. Mientras que en invierno, los árboles caducifolios al desprenderse de sus hojas permiten el ingreso de la radiación solar, y con ello la evaporación de las partículas de agua presentes en el suelo.
Por otra parte, se ha comprobado que a través de la transpiración los árboles autorregulan su temperatura a alrededor de 20-21° C para optimizar su proceso de fotosíntesis, de modo que permiten refrescar el aire que las rodea.
En definitiva, los árboles urbanos moderan la temperatura, el viento, la lluvia, la humedad y la evapotranspiración, reduciendo así las denominadas “islas de calor urbana” acumuladas por el exceso de cemento y que afectan gravemente la salud de las personas.
4. Disminución de la erosión del suelo
Los árboles cumplen un importante aporte a reducir la erosión del suelo gracias a sus raíces, ya que éstas actúan como anclas en el suelo y minimizan el efecto de rodado, en el cual una capa o masa superior se desliza sobre otra inferior ayudada por la presencia del agua.
Debido a esta capacidad, los árboles contribuyen a la estabilización de las riberas de cauces y a la regulación de los ciclos hídricos, actuando también como control de inundaciones.
5. Conservación del agua
Los árboles juegan un papel significativo en la captación de aguas lluvias e infiltración al subsuelo en las ciudades, propiciando la recarga de los mantos acuíferos. Asimismo, los árboles urbanos reducen la evapotranspiración de grandes volúmenes de agua, ayudando a la conservación de la humedad del suelo y las reservas de los recursos de agua dulce de los centros urbanos.
6. Aporte a la biodiversidad
Los árboles urbanos son el hábitat de miles de especies animales de todo tipo, y que en conjunto son un excelente mecanismo de control de vectores, plagas y enfermedades. Por ejemplo, los árboles son el refugio de miles de especies de aves, siendo éstos los seres vivos que representan en mejor indicador de buena salud del entorno y de calidad de vida urbana.
7. Valoración de los inmuebles
Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), los árboles urbanos ayudan a revalorizar las áreas en la que han sido plantados, aumentando el valor de las propiedades hasta un 20% más que en aquellas zonas en las que no existe vegetación.
En efecto, los inmuebles localizados cercanos a áreas verdes, plazas, parques y zonas arboladas poseen siempre un valor mayor (entre un 20 y 30%) que el resto, ya que el verde de la ciudad es cada vez más apreciado a la hora de elegir un lugar para vivir.
8. Ahorro en el consumo energético
Gracias a su aporte en la regulación térmica dentro de las ciudades, los árboles ayudan al mismo tiempo a reducir los gastos económicos y energéticos por conceptos de climatización, principalmente en verano debido al uso de artefactos de aire acondicionado.
9. Mejorar la salud física, mental y cognitiva
Se ha comprobado que los árboles mejoran la salud física y mental de las personas y reducen la mortalidad por todas las causas. Los árboles motivan la relajación reduciendo los niveles de estrés y presión arterial, y aumentan la capacidad de recuperación ante enfermedades. Al mismo tiempo, estudios han demostrado que los entornos con mayor presencia de árboles cercanos a colegios, estimulan el desarrollo cognitivo de niños, niñas y jóvenes, mejorando la concentración, la memoria de trabajo y el rendimiento académico de niños, niñas y jóvenes.
En ese sentido, los árboles urbanos resultan ser claves para ser incorporados en las estrategias de salud pública de las naciones.
10. Contribución a la calidad de vida dentro de las ciudades
Desde hace varios siglos, los árboles se han utilizado en entornos urbanos para aportar a la estética y belleza de las ciudades. Sin embargo, su aporte a la calidad de vida y la cohesión social es mucho más amplio, ya que los árboles urbanos crean espacios verdes que resultan favorables para estimular la recreación, el esparcimiento, la vida saludable, la cultura cívica, la educación ambiental y la vida en comunidad, entre otros, generando importantes beneficios al bienestar humano de los ciudadanos.
Escrito por:
- Leonardo Lira Astudillo