La modelización de alta resolución de la vegetación revela grandes flujos de CO2 biogénico en verano en la ciudad de Nueva York

Las ciudades empiezan a controlar el dióxido de carbono (CO2) atmosférico para evaluar la eficacia de sus políticas climáticas. Sin embargo, los cambios en las emisiones antropogénicas de CO2 deben separarse de los flujos biosféricos de CO2, que tienen un gran ciclo estacional. La vegetación urbana (por ejemplo, césped, árboles a lo largo de las calles y en los parques, etc.) en las cubiertas terrestres desarrolladas suele omitirse en los modelos regionales de flujo de CO2 biogénico.

En este trabajo se creó un modelo de biósfera para estimar los flujos regionales de CO2 biogénico en la ciudad de Nueva York (NYC) y evaluar la importancia de la vegetación dentro de las cubiertas terrestres urbanizadas. El modelo incorpora un mapa de cobertura del suelo de alta resolución (30 m) que identifica la mezcla de superficies impermeables y vegetación que es omnipresente en todas las coberturas del suelo desarrolladas. Se diseñaron tres escenarios de modelo para evaluar el papel de las cubiertas terrestres urbanizadas en los flujos regionales de CO2 biogénico asumiendo que (a) no hay vegetación frente a escenarios en los que toda la vegetación detectada por teledetección en las cubiertas terrestres urbanizadas es (b) pradera o (c) bosque caducifolio.

A pesar de la relativamente baja cubierta arbórea de Nueva York, los flujos regionales de CO2 biogénico son sorprendentemente grandes cuando se incluye la vegetación dentro de las cubiertas terrestres desarrolladas. Además, los tipos de vegetación dentro de las cubiertas terrestres desarrolladas son de crucial importancia para la estimación de los flujos regionales de CO2 biogénico, demostrado por una duplicación en las estimaciones del flujo total de CO2 biogénico cuando se asume que esta vegetación es pastizal en comparación con el bosque. Utilizando un modelo lagrangiano de transporte atmosférico, se descubrió que la absorción regional de CO2 biogénico compensa hasta el 40% de los aumentos de CO2 atmosférico atribuidos a las emisiones antropogénicas en las tardes de verano, y equilibra completamente el tráfico por carretera en una de las ciudades más congestionadas de Estados Unidos.

La caracterización precisa de la vegetación y de los flujos de carbono biogénico en las ciudades es esencial para el desarrollo de herramientas eficaces de vigilancia atmosférica. Las mediciones futuras deberían centrarse en determinar los flujos de CO2 en las praderas urbanas (es decir, el césped).

Título Original:

"High resolution modeling of vegetation reveals large summertime biogenic CO₂ fluxes in New York City"

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